La terna de esta Bitácora para la Academia Sueca
Asunto: Nobel de Literatura 2005
Adelantándome a la bulla que está por venir, lanzo desde este Faro una advertencia en forma de terna,( de cuatro como los Tres Mosqueteros) a los señores del Comité Nobel de la Academia Sueca, lo hago con suficiente tiempo para que sus excelencias no vengan luego con excusas y no les quede más remedio que hacerme caso, ( por favor, gracias, mucho gusto).
En medio de la oscuridad crepuscular que día y noche habita la Biblioteca de este Faro, fabricando un ambiente siempre propicio para la lectura, para la reflexión, para sentir la nostalgia por los eventos más prosaicos y lejanos, es posible escuchar el fragor metódico de las olas estrepitándose borrascosas contra las rocas, cincuenta metros más abajo del risco sobre el que se edificaron las bases del faro. Las tardes en las que solo unos cuantos nimbos relativizan la luz del sol, se puede ver por la escotilla circular de la biblioteca ( al final del descansillo de la escalera metálica de caracol, mano derecha) la estela blanca de las olas reventadas, parece inmóvil, en cualquier momento sobre la cresta de las rocas se ve un cucurucho blanco como dudando entre estalactita y estalagmita (...to be or not to be ), detenido y deteniendo el tiempo también, que en este Faro de por sí transcurre amable y oloroso a empastes de cuero y a soldaditos de plomo por pintar. Apenas se acerca el final de agosto y ya se puede percibir en el aire de la biblioteca de este Faro un ritmo inquieto, una expectación silenciosa imposible encontrar en ninguna otra época del año, se aproxima la temporada de los Premios Nobel; en realidad, faltan unas 6 semanas para el anuncio del de Literatura, pero es cuestión de adelantarnos a los necias notas periodisticas que empezarán a especular y a promover sus propios candidatos para el premio.
Hace sesenta años los encargados del ejército estadounidense prefirieron no emitir ninguna advertencia a los japoneses antes de lanzar las bombas atómicas sobre sus ciudades, pudo más el miedo al ridículo de un posible error (horror: las bombas pudieron no explotar) que incurrir en el gesto que hubiera otorgado a miles de personas, niños y mujeres, inocentes y civiles, la posibilidad de escapar con tiempo a estancias más benignas (bueno, si no se considera como tal al Cielo, al que luego fueron despachados tantos) si sólo hubieran recibido con unas horas de adelanto la humilde prevención. Visto desde este Faro estas cosas parecen monstruosas, no voy entonces a dejar de lanzar mis advertencias a Ustedes (predicciones que disfrazan su verdadera realidad de sugerencia imperativa a los honorables señores del Comité Nobel). Para darle mayores opciones a los distinguidos señores miembros del comité, y, bueno para cubrir de mejor forma las bases, ( entiendan que esto de cubrirse es muy humano, es algo implantado genéticamente en los homínidos, de la misma forma que lo está la renquera postiza en los perros y las narices pegajosas de mocos en las focas que juegan con las bolas en los circos) voy a proferir una terna con los candidatos de quien consigna esta Bitácora (eso sí, si la Academia acierta, no olviden que lo vieron aquí, muchas gracias). Y, si la academia reincidiera en sus desaciertos, si se empeñara en no hacerme caso, (con esa resistencia absurda de los tercos y de algunas antiguas novias que no reniegan -aunque se lo pidamos- de su voluntad de olvidarnos) y no elige ninguno de los integrantes de la terna “patrocinada” por esta Bitácora, por lo menos que no se nos acuse de tenerle temor a no acertar, a no “advertir” a tiempo. Para tener mayores posibilidades de no equivocarme ( ese miedo es muy humano, ya lo saben) la terna sugerencia de la Bitácora del Faro Tuerto está compuesta, como Los Tres Mosqueteros de Dumas, por cuatro autores.
Veamos:
Harry Mulisch
Este autor holandés ha escrito entre otras muchas obras: “El descubrimiento del cielo”, esta una novela absolutamente imprescindible en la la literatura del siglo XX. Esta obra colosal de más de 900 páginas, es una de las mejores “novelas de ideas” que se haya escrito jamás, mezcla entre otras cosas la filosofía, la ciencia, la física, la arquitectura, con preguntas fundamentales del hombre, todo esto en medio de una trama cautivante y sin aburrir (sí, sin aburrir). Otras obras que pueden encontrarse en el país son “El atentado” (su adaptación al cine mereció el Oscar a la mejor película extranjera) y “El procedimiento”.
Autodidacta, hijo de una judía y un militar pronazi, es famoso por su petulancia: “leí todo lo que hay que leer en la literatura hasta los 30 años, luego me dedique a leer libros de ciencia”, “desde niño siempre supe que sería un genio, lo que no sabía era en cuál campo”.
J.M.Coetzee en su compendio de críticas literarias “Stranger shores”, lo incluye en su lista de clásicos de la civilización occidental.
Mulisch se autocalifica como de “izquierda intelectual”, lo que normalmente significa que pertenece a ese tipo de intelectuales que condena los asesinatos y los abusos de los derechos humanos cometidos por los gobernantes de “no izquierda”, olvidando y relativizando con la misma energía o mayor, las atrocidades perpetradas por los gobernantes de “izquierda”.
Mulisch tiene la gran ventaja ‘premiática” de escribir en neerlándes, en años anteriores la Academia ha optado por premiar a representantes de lenguas y países minoritarios en cantidad de hablantes o en relevancia en el contexto literario mundial y podría inclinarse por esta lengua, aunque pareciera que este tipo de escogencia en pro de la diversidad las realiza el comité casi únicamente en años pares, por ejemplo: Imre Kertesz (húngaro) en el 2002 , V.S. Naipul en el 2001, un año impar, (de Trinidad), Gao Xin Jiang en el 2000 (mandarín), Saramago en el 98 (portugués), Szymborska en el 96 (polaco), Oe en el 94 (japonés), Walcott en el 92 ( de Santa Lucía) Mahfouz en el 88 (egipcio que escribe en árabe), Soyinka en el 86 (nigeriano), Seifert en el 84 (checoslovaco). Si la Academia decide otorgar el premio a un escritor en neerlandés su principal competidor sería probablemente Cees Noteboom.
Desde este Faro pienso escribir un post mucho más amplio sobre Mulisch, quizá a fines de octubre, quizás antes.
Phillip Roth
En opinión del guardián de este Faro y consignador de esta Bitácora el mejor escritor vivo en idioma inglés. En la mejor tradición de los escritores judíos como Bellow, (sus personajes como Kepesh y Zuckerman están muy cercanos en algunos aspectos al Herzog de Bellow). Roth retrata como nadie las interioridades de las relaciones entre hombres y mujeres en medio del entorno de su país y de la sociedad. Unánimente alabado, para la coyuntura “premiática” de este año, tiene en contra su nacionalidad estodounidense ( a pesar de ser un crítico del actual gobierno de su país) y, quizás, su raza, la academia ha premiado en años recientes a varios judíos( Kertesz, Jellinek que tiene media sangre ) y siempre se les ha atribuido una no confesa intención de rotar la demografía de los premiados. Sobre Roth escribiré más adelante un post más amplio.
Antonio Lobo Antunes
Este portugués es mi favorito sentimental para este año. Antes de 1998 cuando se decía que la Academia buscaba un escritor en esa lengua era el favorito para el Nobel; el premio se otorgó finalmente a Saramago. Lo reciente del otorgamiento del premio a otro portugués atenta contra las posibilidades de Lobo Antunes ( igual se lo dieron a en el 92 a Walcott y en el 2001 a Naipul, quienes aunque de razas diferentes, negro uno, indio el otro, provenían de la misma isla caribeña Trinidad, ( se aclara que Walcott nació cerca de ahí, en la Isla de Santa Lucía, pero desde los 22 años vivió en Trinidad). El estilo único de Lobo Antunes ha marcado una forma de hacer literatura, sus novelas están llenas de un ritmo casi palpable, tiene una forma muy particular de crear, de jugar con las palabras y con la prosodia para recrear atmósferas e historias que no se detienen (ni necesitan) en un apego a una trama para cautivar. Lobo Antunes es un buen ejemplo de un psiquiátra que prefirió dedicarse a la literatura y no a otras actividades más, cómo decirlo, prosaicas.
El cuarto de la terna "dumasiana”:
Mario Vargas Llosa
Lo incluyo por ser latinoamericano y por ser el eterno candidato, en mi opinión el mejor Vargas Llosa quedó en sus novelas de los sesentas y de los setentas, sus obras actuales son ejemplo de la construcción en serie de libros a partir de investigaciones históricas o de guindarse del tema erótico, que no me parece que aporten nada nueva a la literatura hispanoamericana. Por su edad, -el más joven de los bendecidos en el “boom”- quizás le hubiera correspondido continuar tirando del desorientado vagón de la literatura latinoamericana luego del previsible apagón de la bonanza de décadas pasadas, en cambio ha proferido embarcarse en creaciones literarias más tersas y sosas. Lo incluyo por latinoamericano. No esperen en el futuro ningún post sobre Vargas Llosa.
Queda así consignada la terna y cubiertas la mayor cantidad de bases, incluyendo desde luego la posibilidad de que esta petitoria no llegue a tiempo a los oídos de sus Excelencias, en ese caso nadie podrá acusarme de no haberlo intentado por miedo al fracaso (palabra fotogénica, que es más fea en persona).
1 Comments:
Quizás la promiscuidad de tu tema anterior se filtre entre la escogencia, como siempre, considerando con cuántas "amantes" debe uno ahora lidiar: corrección política, en todas sus acepciones --desde no llamar ciego a un no vidente, hasta no defender alguna política con tufillo liberal (fuera LLosa y Roth, entonces)--, ser medio desconocido en otras leguas menos la suya, no estar muy joven (eso le da posibilidades de nuevo a José León Sánchez y Laureano Albán, que tanto lo han peleado, aparte de lo de desconocidos incluso en su lengua también les suma puntos) y, si viene al caso, escribir bien (que entonces Lobo Antunes o Jorge Amado o Guimaraes Rosa (qepd los dos) se lo hubieran ganado por mucho a un Saramago que, a mí, personalmente, me aburre tanto como verle la cara). Así que habrá que esperar. Yo apuesto por un americano (del continente, por supuesto): se murió Sontag así que Roth recupera terreno, y Fuentes sigue babeándolo, siempre del lado correcto del pensamiento bien.
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