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5.3.07

Actuación

Flavia lo había aprendido por sí misma. Nadie nunca se lo había advertido. La habilidad más importante para la sobrevivencia social es la habilidad de actuar. (Lo raro era que algunos de los actores y actrices que había conocido llevaran una existencia tan mierda, quizás era una cuestión de grado, mucha capacidad histriónica podría causar daños irreparables en el sentido común, es posible que provocara sobrecargas dañinas para los circuitos más prosaicos). Era cuestión de tener la capacidad adecuada para la actuación. La sangre fría, que no era otra cosa que el oficio (el metier) para permanecer tan campante mientras la anfitriona de la casa relata sus naderías de mujer educada, o mientras llama por un sobrenombre cariñoso a su esposo, el dueño de la casa, sobrenombre que ahora Flavia conocía y que podría repetirle en las sesiones de sexo clandestino en las que se enfrascaban de martes por medio. Flavia esperaba que su sonrisa quedara adecuada, justa, proper, para sonreír delante de ella, la mujer que algunas mentes más rígidas podrían calificar –si supieran lo que de verdad sucedía- como su rival, la misma que la atendía con toda familiaridad. Quiso reírse cuando se acordó del viejo chiste: "Una mujer le pregunta otra: Y vos hablás con tu marido cuando tienen sexo. Sí, claro, bueno sí hay algún teléfono cerca". Pero no sonrió, disimuló, es decir actuó. Al final todo se limitaba a eso, a saber actuar. A corresponder desde afuera a la exquisita cordialidad y gentileza de esa dama con joyas tintineantes, con apenas el correcto acento, a esa cortesía que prodigaba a sus invitados, que, incluso, buscaba con Flavia una cierta familiaridad, alguna nimia complicidad entre mujeres educadas. Al final, las normas de cortesía exigen también la existencia de una capacidad de actuación. Todo es cuestión de actuar. Y el resto, bueno, ya lo dijo alguno de los Clinton (cualquiera de los dos, no importa): No es lo mismo infidelidad que deslealtad.

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23 Comments:

Blogger maite said...

a la porra con la cortesía y los cumplidos...no somos sinceros ni con nosotros mismos. La verdad es una mentira??? (no se donde habré leído yo esto) je,je,je...
un besito

5/3/07 6:25 p. m.  
Blogger Recomenzar said...

Pasaba para saludarte , tu escrito muy bueno

5/3/07 9:31 p. m.  
Blogger gemmacan said...

Es fundamental la actuación, una actuación politicamente correcta. Luego, de puertas adentro, te puedes cagar en la madre que los parió a todos, pero la vida, querido amigo, es puro teatro en todos sus ámbitos, y a cada uno le toca un papel que desempeñar, algunos hasta ensayamos delante del espejo.
And the winner is.... ;)

Besos!

6/3/07 7:19 a. m.  
Blogger Heriberto said...

Maite: a ver, a ver, para ser sincero estoy de acuerdo con vos.
Saludote.

Mi despertar: hola, hola.

India: creo que ese es el punto: la vida es un teatro, nos guste o no; ese fue el aprendizaje que me llevó hasta escribir el post. And the winner is India Ning from Penedes (te debo la tilde al revés). También aprendí a decir: Petons.

6/3/07 8:44 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

es lo mismo infidelidad que deslealtad...
muy bueno ...pero dime la diferencia para ti

recomenzar.blogspot.com

6/3/07 9:13 a. m.  
Blogger Margot said...

Si actuar está bien, lo malo es elegir el papel que a uno le gusta y no el que le imponen...
Y ya el colmo es ser secundario en tu propia peli!! tiene bemoles la cosa...

6/3/07 11:29 a. m.  
Blogger Heriberto said...

Soleil: en este sentido una infidelidad puede ser solo algo intrascendente, caso contrario un acto de deslealtad. Tiene sus matices la afirmación que fue utillizada por los expertos en imágen de los Clinton en medio de una de sus crisis.

Margot: hay mucho de actuación en la película de la vida. Exitos en tu nueva reencarnación.

6/3/07 5:13 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Ahora si me pongo seria contigo, -al leerte- porque me aterra esto de la actuación, esas falsedades echas sonrisas.
Buen texto como los que acostumbras siempre, y se presta para que nos veamos en los Arcos de Belem y comamos y bebamos toda una charla sobre esto.

Te abrazo

6/3/07 11:06 p. m.  
Blogger Unknown said...

Caras vemos, definitivamente!!

Saludos nuevamente!

7/3/07 10:53 a. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Hace falta más que saber actuar para mantener una conducta como la que has descrito. Es hipocresía pura y dura... Besos, querido amigo.

7/3/07 2:13 p. m.  
Blogger Umma1 said...

La cultura se emepeña en hacernos actuar. ¿Acaso no todo se negocia?
Pero yo prefiero la franqueza, auque el costo es tan alto.
A veces, en medio de tantas parodias, una se siente una idiota mostrándose sin máscara.

Sabés, creo que la infidelidad es una deslealtad hacia nuestrao propio deseo.

Porque si se está en pareja y se desea a otro, algo pasa y hay que descubrirlo.

Un abrazo y un café

8/3/07 7:30 a. m.  
Blogger Francisco Ortiz said...

Buen texto, con un humor que lo amplía y sube su calidad.

8/3/07 2:21 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Primera vez por aqui. vi un faro, en uno de los blogspuertos, y vine a ver. y de tuerto nada. jejeje. saludos desde lejos. muy lejos. aunque ni tanto.

8/3/07 6:42 p. m.  
Blogger Homo surfus said...

Es la naturaleza animal de mantenerte en buena competencia (pero que no se lo hagan a uno ;)

8/3/07 8:52 p. m.  
Blogger Gustavo Adolfo Chaves said...

Fundamenteal relato, don Heriberto. Desde hace tiempo me vengo ocupando de esa dolencia de la identidad que es la apariencia en su vertiente cotidiana, y que sin embargo es tan importante para el escritor (y hete aquí con una de esas máscaras tan logradas con las que a menudo aparecés). Apenas minutos antes de venir a leerte esta noche estaba leyéndole esto a Robert Walser: "Hazte de algunas máscaras, media docena de narices, frentes, mechas de pelo y cejas, y veinte voces (...) para que la gente realmente crea que ha un alma rugiendo, un corazón humano." Cada día me convenzo más de que somos lo que somos por conjunción inevitable de una dictadura cromosómica, por necesidad social y por vicio personal. Ofrezco tu relato como evidencia. Saludos.

8/3/07 8:54 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue said...

Huyamos de los sinceros a toda costa y de los desleales

9/3/07 9:29 a. m.  
Blogger Heriberto said...

Clarice: nos veremos en el Arcos de Belén, eso sí, me debes advertir del chile que yo no estoy aocstumbrado.

Mariela: hola.

Diosa de Roma: sí es hipocresía, ahora la pregunta es ¿se puede prescindir de ella? Claro que sí, dirán los virtuosos.

Unma 1: me ha dejado pensando tu concepto, definitivamente se aprecian los aportes de tu sabiduría, de tu experiencia profesional con el alma humana.

Francisco: gracias por pasar y por tus conceptos.

Resonancias: gracias por pasar y por opinar, siempre bienvenida.

Homo : lo has dicho muy claro.
Viste en La Nación de hoy, privatizaron el agua en las Playas del Coco y sin necesidad de ninguna ley, menos del TLC.

Gustavo: espero la reencarnación del pingüino, es necesaria. Saludos don Gustavo.

Sintagama: sí, hay que sospechar a veces de quienes se autoproclaman a todo galillo como sinceros o muy virtuosos

9/3/07 10:38 a. m.  
Blogger AZUL said...

Ya me lo dijo más de uno de mis profes de teatro:
"El teatro es más real que la vida misma"

Este mundo está lleno de actores, lo malo es que muchos no saben el nombre de la obra en la que están participando.

10/3/07 3:41 p. m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Gracias por la recomendación. Ya conocía esa versión. Fíjate que coleccioné varias versiones de Ne me quitte pas y hasta en salsa la conseguí.
Por desgracia algún chanaque me robó mi disco.
Creo que en versión femenina la mejor es Nina Simone y en masculina Jacques Brel.
Qué lindo que te hayas acordado de mi.
Gracias.
Me encargaré de que nada de la comida mexicana te dañe.

Abrazos

10/3/07 9:49 p. m.  
Blogger Umma1 said...

Saludos :)

12/3/07 8:02 a. m.  
Blogger A. said...

Supongo que todos tenemos máscaras, las podemos usar en cualquier momento.El problema es cuando no las conocemos y el subconsciente nos las pone sin saberlo.
Me gusta este escrito.

Saludos,
A.

12/3/07 7:12 p. m.  
Blogger Alyxandria Faderland said...

Todos, mal que nos pese, actuamos. No solo las amantes que aunque se conozcan finjan -conozco algunas que si lo hacen- sino en todo orden de la vida, sino nos llevariamos a patadas con todo el orbe.

12/3/07 10:13 p. m.  
Blogger Heriberto said...

Azul: sí la vida es un teatro y como tal se requieren de las habiliades de un histrión.

Clarice: confío entonces en tu ayuda en la escogencia de los platos.

Unma 1: Hola, hola. Saludos con bife y matambres.

A.: es un buen punto el que agregas, la representación de un papel sin estar consciente. Debe ser la causa de muchos desbalances.

Lady: sí, la actuación cumple un papel de "lubricante" de la vida entre prójimos.

13/3/07 9:45 a. m.  

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