Un largo Día del Trabajo sin trabajo
Sobre los morosos intentos por sobrevivir a la incombustible lentitud de un feriado en San José.
Ayer me sentía enfermo, -nunca creí que iba a escucharme a mí mismo decir esto- de estar de feriado, casi al borde del desespero pude constatar la morosidad de las lentas horas del día. Temprano en la mañana leo en la edición electrónica de “The Guardian” una entrevista con Isabella Rosellini, el amor platónico de mi juventud, (“El verdadero amor es el no correspondido”, ha dicho con sabiduría Woody Allen), en la entrevista ella habla de sus tiempos idos, de su amor absolutamente descarado por su padre, “soy electriana”, confiesa sin ambages, en la foto muestra con orgullo los efectos del tiempo y de la juventud acumulada a sus 54 años; le ha pasado lo mismo que a Carolina de Mónaco, el otro icono de mi juventud, hoy sustituída en el altar de la belleza del couché por la "super mami" de Su Majestad Rania de Jordania. La belleza -en todo caso la del couché- se rinde ante el tiempo. En cambio, la actriz Sela Ward, -otro día escribiré de ella- mantiene en las fotos (a dónde más) la demandante belleza que la azota como un buen augurio. La entrevista es muy buena, se nota el profesionalismo del periodista (esto es algo que se da por descontado en la prensa de todo el mundo, excepto en esta latitudes, en donde, me temo, los trabajos de oficio son las excepciones; como la de Geanina Segnini el domingo pasado en la Revista Proa de La Nación, pero, repito, son caras excepciones). Isabella, como les conté gran amor en mi juventud, está embarcada ahora en la producción de una pequeña película y procura conseguir el dinero requerido, le hace una deliciosa afirmacion al periodista sobre cómo piensa obtenerlo, bromea: “I'm looking to seduce a millionaire. I shall have to trade my beauty, whatever's left of it, for a millionaire, for a sugar daddy!". En la traducción se pierde algo del original: “Ando en busca de seducir un millonario. Negociaría (aquí es indiscutible la superioridad de la agudeza del verbo “trade” usado en el inglés original) mi belleza o lo que queda de ella con un millonario, con un papacito regalón”.
En toda la entrevista deja en claro que en su lucidez y en su armonía de diva, el tiempo y las arrugas visibles en su cutis blanco no han hecho mella. Adieu, te sigo amando Isabella.
Sigue el día: escucho en la radio un soundbite, una frase suelta, no alcanzo a escuchar la entrevista entera, el principal lider sindicalista del país dice que aceptan la globalización como un hecho irrefutable, "nuestra lucha y la lucha del mundo entero es por humanizarla"...; lo dijo una vez, luego lo repitió otras dos o tres veces más mostrando una tendencia a la reiteración. Escuchar para creer, el principal líder sindical del país proclamando en el Día del Trabajo su credo, acaso recién adquirido: “Aceptamos la globalizacion”. Me atrevo a pensar que todavía puede quedar alguna esperanza para este pais. Es que, ¿sería muy difícil hacer un gran Pacto Social en el que todos los sectores del país se unan pensando en la meta común de mejorar la vida de los habitantes?, de atacar a la miseria, de mejorar la educación, la salud pública, la seguridad social, de hacer al país más competitivo; considerando las realidad de los tiempos en los que nos toca vivir, en los que sí, la globalización es un hecho irrefutable. Eso sería un buen cambio en esta sociedad, acostumbrada en las últimas décadas a su propia incapacidad para resolver sus problemas, por más pequeños que sean. En todo caso procuro no hacerme muchas ilusiones con la idea. Sigue el día, almuerzo, luego a las 2 pm. disfruto de la repetición de "Frasier", el “sitcom” más divertido de los ultimos tiempos y que ya dejaron de producir el año pasado luego de 12 temporadas. A las 2: 30 pm. termina Frasier y sigue el largo yermo feriado.
Intento leer una novelita de un autor español con apellido de dictador nicaragüense, cerca de la página 70 me doy por vencido, puedo aceptar su forma desabrida pero no la falta de trascendencia de la trama, puedo aceptar una cosa o la otra: un disgusto con la forma o con el fondo, pero, me cuesta aceptar los dos al mismo tiempo en una obra que se supone leo porque me da la gana. Antes de las 3:30 cierro el libro. Me quedan las orquídeas, a ellas me dedico a partir de ese momento. Las cuido, aunque procuro no mimarlas demasiado para que aprendan valerse por sí mismas ("c’est la vie, c’est la guerre"). En mi pequeña colección hay ahora mismo dos plantas de “Mormodes Horrichi” florecidas, y una de "Mormodes" verde (no sé aún su nombre científico) a punto de hacerlo, así como varias "Prostecheas Chacaoensis" con sus flores con aroma a miel de abeja. Son las 4:40 pm., termino de atenderlas y el día feriado seguirá incombustible aún por muchas horas más, demasiadas.
Sobre las fotografías:Luego de fotografiar los mormodes con flor y las prostecheas con olor a miel de abeja descubro que dejé el cable de la cámara en la oficina y no voy a poder subirlas a la computadora, subo entonces las fotos anteriores. La foto de Isabella Rosellini no la pongo porque de por sí ya todos la conocen. Al final, con el Blogger sólo puede poner la foto del "Lycastes" (arriba) y la del "Phaoius" (más abajo). La dirección de la entrevista con la Rosellini la pondré luego, cuando la encuentre.
2 Comments:
Mirá Heriberto, tan buenos amigos que hemos sido, y el tris en que estuvimos de no serlo nunca, y todo por una mujer, porque en cuanto a Carolina la mona de Mónaco teníamos idénticos gustos (bueno, es que la belleza gusta a todos, o ¿no?.
Sobre tu aburrición, es una pena que estés en la misma situación de Garric y su esplín, porque yo te habría recomendado que leyeras tu propio blog para combatirla. Pero, viéndolo bien, creo que tenés más distracciones de las que aceptás: el blog, las flores, una mala novela, que de seguro tendrás con qué sustituirla con idéntico o peor resultado, al menos si has comprado (no cometería la desconsideración de obsequiártelos) alguno de mis libros (¿libros? ni yo me lo creo).
Te esperamos el otro domingo, con nuevo presidente, y con ¿igual desgobierno?
Santiago Porras
Santiago: mejor busca otra excusa para justificar el hecho de que no me has regalado ninguno de tus libros. Saludos.
Heriberto
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