¿Y la nueva literatura de Costa Rica?
Un escritor costarricense, como quien esta Bitácora consigna desde la Biblioteca del Faro, que se atreva a referirse a este tema es muy posible que caiga –sin poder evitarlo- en la muy humana situación de decirle a los demás: hagan lo que digo y no lo que hago. Supongo, entonces, que el siguiente paso será alquilar una bodega, vender panderetas y cobrar los diezmos. Alabao Hermano, (con el pastor no es pecao).
Capaces como nación de producir excelsos astronautas, valerosas nadadoras, un enjundioso y muy único Premio Nobel, explosivos cráteres de volcanes que por un tiempo parecieron únicos y enormes, modelos que deslumbran a la galaxia con su belleza, no hemos sido favorecidos de tan grata manera por la fortuna a la hora de parir escritores, (ni tampoco programas televisivos en los que las mujeres tengan cubierto con ropa más del cincuenta y cinco por ciento del cuerpo, pero, eso es otra historia, un réquiem sería hoy). Cuando se hace el recuento de las sumas y las restas de las obras literarias, Costa Rica no puede menos que aceptar que el balance no ha sido igual de positivo que en los campos antes citados, que al balance le falta algo. Inmediatamente podemos recurrir a escuchar las diversas explicaciones. Y es que parece que son las justificaciones –más que una corriente literaria o un bar o una adicción común a una droga- son las que le otorgan sentido de pertenecia a una generación literaria en este país, las que los hacen –dispersos y heterogéneos- aglomerarse, aunque sea en torno a este dudoso tótem.
En los últimos tiempo he leído dos justificaciones han llamado particularmente mi atención:
un distinguido y venerable autor explicaba a un semanario como a pesar de que una de sus novelas había sido muy elogiada y bien ponderada por un miembro de la Real Academia de la lengua española,(nada menos y nada más) por culpa de la deficiente distribución literaria que nos circunda, el libro no tuvo el éxito deseado.
Otro autor más joven decía en una entrevista para una revista literaria por Internet, que gran parte del mal estado de la literatura actual era atribuible a las gestiones manipulativas de los ministerios de cultura de pasadas administraciones del partido Liberación Nacional, específicamente este partido.
Una de mis justificaciones favoritas, una de las más comúnes, tiene que ver con la presunta existencia de una malévola capilla, conformada por esos que como dice la canción “progresan porque no se mueven”, esta argolla abominable, que, según escuchamos de boca de muchos de quienes se sienten excluidos, o que están incluidos pero no se han dado cuenta de que lo están, se encarga de rechazarlos con una saña insidiosa que indefectiblemente actua en contra de sus nuevas iniciativas. Ay si no fuera por eso, o por aquello mi obra estaría en...
Independientemente de que la existencia de este grupo de “argollistas” sea cierta o no, es una buena justificación, porque además apela al sentimiento natural que tenemos los humanos en contra de los esquemas conspirativos.
Así se puede continuar avanzando, o más bien debería decir retrocediendo, con las justificaciones. Hasta se podría conformar un nuevo subgénero literario: las justificancias costarricenses, publique Usted su propia justificación sobre el estado de la literatura costarricense, no se necesita que su razonamiento se encuentre respaldado con hechos al fin de cuentas es literatura y en la literatura el autor es el dios, dueño de todos los poderes hasta del poder de engañarse a sí mismo.
Ante todo esto creo humildemente que en la literatura no cuentan las intenciones, menos las justificaciones, sino los resultados y que por más que se busque y no se encuentre, la literatura costarricense, no es otra que la que hacen sus autores, por más que se intenté disfrazar o maquillar sus contornos no va a aparecer ninguna otra. Y que a los escritores costarricenses , sobre todo a los jovenes escritores costarricenses, defino por jovenes a todos aquellos que no se sientan aún sumergidos en el mar del conformismo cómodamente aferrados al salvavidas que les puede proveer cualquiera de las tantas justificaciones, que no se sientan parte del manso establishment , que no se sientan cómodos con el status quo, que entiendan la literatura como un instrumento para producir desgarros, dislocaciones en el ecosistema literario nacional, de agents provocateurs del disgusto de las voces patricias, no les queda otra cosa que producir, crear, hablar de la mejor manera con la que puede hablar un autor que no es con su boca sino con su obra.
Es que si hacen las cosas de siempre que le gusten a los de siempre vamos a seguir como siempre, solo quedarán las excusas para que todo sea como siempre. Aleluya hermano, no se olviden de llevar sus billetitos al culto.
Capaces como nación de producir excelsos astronautas, valerosas nadadoras, un enjundioso y muy único Premio Nobel, explosivos cráteres de volcanes que por un tiempo parecieron únicos y enormes, modelos que deslumbran a la galaxia con su belleza, no hemos sido favorecidos de tan grata manera por la fortuna a la hora de parir escritores, (ni tampoco programas televisivos en los que las mujeres tengan cubierto con ropa más del cincuenta y cinco por ciento del cuerpo, pero, eso es otra historia, un réquiem sería hoy). Cuando se hace el recuento de las sumas y las restas de las obras literarias, Costa Rica no puede menos que aceptar que el balance no ha sido igual de positivo que en los campos antes citados, que al balance le falta algo. Inmediatamente podemos recurrir a escuchar las diversas explicaciones. Y es que parece que son las justificaciones –más que una corriente literaria o un bar o una adicción común a una droga- son las que le otorgan sentido de pertenecia a una generación literaria en este país, las que los hacen –dispersos y heterogéneos- aglomerarse, aunque sea en torno a este dudoso tótem.
En los últimos tiempo he leído dos justificaciones han llamado particularmente mi atención:
un distinguido y venerable autor explicaba a un semanario como a pesar de que una de sus novelas había sido muy elogiada y bien ponderada por un miembro de la Real Academia de la lengua española,(nada menos y nada más) por culpa de la deficiente distribución literaria que nos circunda, el libro no tuvo el éxito deseado.
Otro autor más joven decía en una entrevista para una revista literaria por Internet, que gran parte del mal estado de la literatura actual era atribuible a las gestiones manipulativas de los ministerios de cultura de pasadas administraciones del partido Liberación Nacional, específicamente este partido.
Una de mis justificaciones favoritas, una de las más comúnes, tiene que ver con la presunta existencia de una malévola capilla, conformada por esos que como dice la canción “progresan porque no se mueven”, esta argolla abominable, que, según escuchamos de boca de muchos de quienes se sienten excluidos, o que están incluidos pero no se han dado cuenta de que lo están, se encarga de rechazarlos con una saña insidiosa que indefectiblemente actua en contra de sus nuevas iniciativas. Ay si no fuera por eso, o por aquello mi obra estaría en...
Independientemente de que la existencia de este grupo de “argollistas” sea cierta o no, es una buena justificación, porque además apela al sentimiento natural que tenemos los humanos en contra de los esquemas conspirativos.
Así se puede continuar avanzando, o más bien debería decir retrocediendo, con las justificaciones. Hasta se podría conformar un nuevo subgénero literario: las justificancias costarricenses, publique Usted su propia justificación sobre el estado de la literatura costarricense, no se necesita que su razonamiento se encuentre respaldado con hechos al fin de cuentas es literatura y en la literatura el autor es el dios, dueño de todos los poderes hasta del poder de engañarse a sí mismo.
Ante todo esto creo humildemente que en la literatura no cuentan las intenciones, menos las justificaciones, sino los resultados y que por más que se busque y no se encuentre, la literatura costarricense, no es otra que la que hacen sus autores, por más que se intenté disfrazar o maquillar sus contornos no va a aparecer ninguna otra. Y que a los escritores costarricenses , sobre todo a los jovenes escritores costarricenses, defino por jovenes a todos aquellos que no se sientan aún sumergidos en el mar del conformismo cómodamente aferrados al salvavidas que les puede proveer cualquiera de las tantas justificaciones, que no se sientan parte del manso establishment , que no se sientan cómodos con el status quo, que entiendan la literatura como un instrumento para producir desgarros, dislocaciones en el ecosistema literario nacional, de agents provocateurs del disgusto de las voces patricias, no les queda otra cosa que producir, crear, hablar de la mejor manera con la que puede hablar un autor que no es con su boca sino con su obra.
Es que si hacen las cosas de siempre que le gusten a los de siempre vamos a seguir como siempre, solo quedarán las excusas para que todo sea como siempre. Aleluya hermano, no se olviden de llevar sus billetitos al culto.
4 Comments:
Si que tiene razón, Heriberto. Pero, porque me resulta tan difícil cuestionarle algo cuando escribe? Porque tengo que estar como boba asintiendo a todo lo que dice y diciéndome lo mucho que me gusta su estilo especial de escribir? Le busco y le busco las cinco patas al gato y nada de nada. Diantre!
Que va Ninoska, a mi nadie me hace caso, que si lo hicieran a me hubiera hecho politico. Ja ja.
Heriberto: Primero esta riquisimo el post, lleno de corrisivo humor, sin embargo abarcas tanto en el, que pudiera escribirte por opinion, el por qué de nuestra literatura está ónde está abarca, como bien acotás en tu post, un ramillete de problemáticas y de autolastimas, pero esto se resuelve en una mesa de birras y eso si, solo prosistas, nos estamos hablando y muy buen post, deberias enviarlo a Ojo o el Semanario.
muy bueno el post, tiene razón en casi todo lo que dice. Probablemente sí sea un problema de mercadeo, aunque yo me inclino más por una situación de concepto: los costarricenses no creen que un tico pueda escribir buena literatura... lo invito a pasar a www.costaricajoven.blogspot.com, somos autores muy jóvenes q nos agarramos de esto del blog para publicarnos. saludos!
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