Chernobyl
A 22 años de la Tragedia de Chernobyl, el post tradicional de todos los abriles en La Bitácora del Faro Tuerto.
Esa mañana del abril de 1986 estaba más soleada que las otras, Ivan Demenenko había cumplido 23 años la semana pasada y esperaba en la pequeña estación junto a una vereda el autobús para dirigirse a su trabajo de obrero en la fábrica de cocinas eléctricas. Un diminuto Lada con dos comisarios de la policía pasó primero, los personeros lo introdujeron en la parte de atrás del carro, donde ya estaban otras dos personas más. Hacía exactamente cinco años, la semana después de su cumpleaños número dieciocho, al cumplir las diligencias obligatorias para obtener el carnet de miembro del Partido Comunista había marcado en la fórmula de “Trabajo patriótico” la casilla de “Bombero Voluntario”, esa era la favorita de los jóvenes de su generación. Tenía muchas ventajas: eran muy pocas las emergencias que se presentaban en esa remota zona, además las prácticas obligatorias del primer jueves de cada mes eran famosas porque terminaban con una larga sesión de vodka gratis para todos. Los dos policías no repondieron cuando él les preguntó por el sitio de la emergencia. Ivan Demenenko pensó que era bueno un día fuera de la rutina de su trabajo de aprendiz de soldador. Sólo esperaba que el incendio no fuera en un lugar muy lejano, esa noche iría con Oksana Shevchenko al Festival de Mayo de los Trabajadores que hoy empezaba en el pueblo. Oksana quería que subieran juntos a la gran rueda que ya estaba instalada a la par del Centro de Cultura del Pueblo. A ella le fascinaban esos carrouseles altos, sus mejillas blancas y escuetas de bibliotecaria principiante se teñían de rosado luego de dar las vueltas, también le gustaba comer las castañas asadas que vendían en los puestos de la Feria.La preocupación de Ivan Demenenko resultó vana, el lugar de la emergencia quedaba a pocos kilómetros de ahí. Los dos policías y los otros tres ocupantes del Lada, incluyendo a Ivan Demenenko estuvieron entre las primeras personas en llegar al sitio de lo que después sería considerado como uno de los más grandes desastres en la historia de la humanidad (se dice muy fácil): la explosión en la planta Nuclear de Chernobyl en Ucrania, que entonces formaba parte de la Unión Soviética.Los bomberos y policías que sobrevivieron fueron llevados a Moscú para ser atendidos y para que no asustaran al Mundo con la gravedad de sus quemaduras. La familia de Ivan Demenenko nunca volvió a verlo. Oksana Shevchenko pasó muchas tardes en el hospital contemplando la foto de Ivan Demenenko, se veía tan bien con su overol azul de la fábrica.Las fotos de arriba fueron tomadas de "Der Spiegel", una muestra el monumento a los cientos de bomberos que murieron atendiendo la explosión, muchos como Ivan Demenenko sin saber a lo que se enfrentaban.
La otra foto es del Centro de Cultura del Pueblo, en la esquina inferior derecha se puede ver como más de veinte años después aún está la "Rueda de Chicago" en la que no llegarían a subirse Ivan Demenenko y Oksana Shevchenko.
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