Le doy DELETE
Veo una foto en la pantalla de mi computadora y escribo (o veo la foto para poder escribir). Pudo ser cualquier foto, pero, es la de ella sonriendo feliz, mostrando una despreocupación casi infantil, una completa alegría que uno cree que es a prueba de todo. Pudo ser cualquier foto. Pero es la de ella en un momento en particular, solo unos pocos meses atrás, cuando aún no había sucedido lo que luego sucedió que nos unió y nos separó conn matices tristes, con esa carga pesada que siempre trae el pudo ser. Un pasado, que de no ser por la foto que ahora veo por última vez, bien pudo ser falso, un punto fuzzy en la línea del horizonte de eventos que pude haber soñado con esa propensión a la ficción que quiero a veces padecer. Ahora, luego del anuncio público de ella esta misma tarde -sorprendentemente críptico, pero suficientemente claro para algunos que comprendemos, entonces, que ha acaecido al fin el cambio que será temporal en su cuerpo y permanente en su vida- sólo me queda darle DELETE a la foto, para que se pierda en ese basurero virtual, en ese tan poco celebrado cementerio. Le doy entonces DELETE y la foto de ella se escurre en el desaguadero digital por el que se van los unos y los ceros y por el que sería muy conveniente que se fueran también los recuerdos, algunos.
La foto en este post fue censurada por la interposición de los oficios de APROBLIM, la infamous "Asociación de Protección a los Blogueros Imprudentes", Capítulo de prevención antimatones.
Etiquetas: Ah, ficción, San José con aguacero