//-->

28.1.08

Catasetum Maculatum (por esta vez macho).







              




La de arriba con forma de estrella es una Huntleya Burtii.

Dudoso, pensaba en los múltiples beneficios que el rechazo puede traer a la creación literaria cuando descubrí estas orquídeas florecidas entre las de la colección. Y como este año una parte de mí se ha empeñado en hacerle un campo, en abrirle un resquicio al pensamiento positivo, (uff, cuanto me cuesta mantenerme en este propósito, a cada rato siento que hay algo que me empuja a desdecirme) me pareció que estas bellas necesitaban un poco de mi atención: una foto,un post, quizás. A pesar de que vivo en Costa Rica, un país en el que sus habitantes mantienen un único idilio histórico con las más de mil cuatrocientos especies de orquídeas que se pueden encontrar en los cincuenta y un mil kilómetros cuadrados de su territorio, lo mío con las orquídeas es algo reciente.


Tienen las orquídeas una forma única de ganarse la vida – se dice así ¿no?- , para ellas la supervivencia de su especie depende de su capacidad de atraer a las laboriosas abejitas y demás insectos que deben ser atraídos al compartimento carnoso donde guardan su polen –“No money no honey”, dicen otras bocas con labios diversos también, pero esa es otra historia, aunque parecida-. Para asegurarse el traspaso de su herencia genética recurren algunas orquídeas a los artificios del olor, que hace, por ejemplo, que la euglossia, una simpática abejita, o mejor dicho abejito porque son solo los machos los que son llevados por el aroma al labio de la orquídea trigonidium, para que luego transporten sin saberlo el polen pegado en su espalda  propagándolo entre las otras plantas con el mismo olor, -que debe ser a algo así como a “chica euglossia salvaje”- . Al final y sin saberlo, el abejito cumplió con su misión, es decir la misión que le sirve a la orquídea que no ha tenido reparos ni escrúpulos en engañarlo con el fin de obtener su cometido. Como las orquídeas no son de las que se detienen ante nada recurren también a la belleza de sus formas y sus colores, es que ya lo escribió Dostoievski: La belleza es el campo de batalla donde Dios y el diablo pelean por el alma del hombre. O de los insectos, en este caso. Algunas orquídeas como el Catasetum maculatum (verlo en la foto de arriba, en su encarnación o mejor dicho en su floración como macho) pueden hasta cambiar de sexo según su conveniencia, así en una temporada pueden ser flores hembras, en la siguiente flores machos; esto depende de la cantidad de sol a la que sean expuestos dicen los científicos con esa forma morosa y prosaica que tienen de explicar algunos fenómenos que requerirían mayor emoción que razón.
Estos días las orquídeas de las fotos de arriba se han empeñado con sus colores y formas en desmentirme, en tratar de convencerme de que no es cierto que, como ya lo he contado otras veces, de mi mano: la santa, solo salgan los milagros que convierten el vino en agua y la poesía en chisme, pero, no sé si terminar de creerles a las orquídeas, es que son tan mentirosas, tan adeptas al engaño, sino que lo digan las inocentes euglossias macho.

Etiquetas: ,

9.1.08

Confluencia

En la noche claroscura de ese restaurante de vinos al este de la ciudad, con una anfitriona vestida de negro que me mira y no me mira y que es toda una prueba más de que Dios existe y es hombre, clavo mi cara en la axila blanca de la mujer blanca que me acompaña en la mesa, descubro que huele a "Etienne". Aunque quiero olvidarme de mi trabajo, de "Etienne" no me puedo olvidar, como creativo publicitario me tocó impulsar el uso de este producto en el mercado nacional, mi mente, los frutos que con forceps verdes de ella se extrajeron ya han influido previamente en la mente de esta mujer de piel tan blanca, mi mente y su mente ya tuvieron antes de hoy una confluencia –que holístico, místico, o casuístico que ando hoy, gracias Castaneda, oh padre fundador, te debo un post, más con las revelaciones que la prensa internacional ha sacado en estos días sobre tu historia tan negra, basta de digresiones, bahh qué es la vida sino una digresión que se contradice tanto que a veces hasta se afirma, ahora sí basta. La mujer blanca que recién conocí hace dos o tres días con sus modales de funcionaria del banconacional, plataformade servicios, escritorio 3 , taburete 2, sanitario 4, con su rostro afilado, su media risa, ella y yo tuvimos un affaire antes de que los cuerpos confluyeran ya habían confluído las mentes, la tuvo ella: la confluencia con las ideas de mi mente expresadas en 31 segundos en prime time en 3 canales de televisión, esos frutos mercenarios de mi mente la instaron a confiar algo importante en el trópico como el desodorante en un producto hasta entonces desconocido, pero ni yo ni ella lo sabíamos hasta ahora mismo cuando mi cara se posa en su axila apenas humedecida. “La efectiva acción astringente del glutomato de bórax contribuye a desecar las cavidades...-, había dicho el manager de la multinacional de productos para el cuidado personal en el briefing a los creativos, es decir a mí, que se suponía que debía tomar toda esa lista de atributos físicos para convertirlos, por obra y gracia de mi mente que algunos consideraban prodigiosa y otros muy ociosa, en un mensaje que hiciera correr a las mujeres a arrebatar el producto de los estantes de los supermercados. Por alguna razón el color del envase y el del housestyle de la campaña me salió en un azul respeto, es decir muy oscuro, alejado del color rosado primaveral que es la norma en esta categoría de productos, romper la paridad –vaya término del gremio, bahh ya casi no ejerzo-. La fuerza que te dará poder es un pequeño cilindro de color azul policía que además es un desodorante, este es el energizante secreto que te convertirá en la Mujer Maravilla pero no lo digás que este es el secreto de todo superhéroe que se precie de serlo. "Etienne... I’ve got the power, tuum,tum,turum...", decía el jingle del comercial de TV que era muy tributario de alguna canción del techno pop de inicios de los noventas. Sabés, nuestras mentes ya han tenido una confluencia previa, antes incluso que los cuerpos -le digo con una sonrisa, parece emocionarse. Aprovecho entonces para preguntarle sin mucho disimulo por la chica de negro, la anfitriona de ese restaurante de vinos, la que era una prueba más de la existencia de dios, sabía que las dos eran muy amigas, por eso yo había escogido ese restaurante de vinos para esa primera salida, cuando ella escuchó mi pregunta pareció muy indignada, se levantó violentamente de la mesa y se fue sin siquiera despedirse, claro es que ella es una mujer maravilla que usa "Etienne".

Etiquetas: , , , ,