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26.4.06

Los múltiples Universos de Borges


El argentino Oscar Antonio di Marco, autor del libro "Borges, teoría cuántica y universos paralelos" (en elaboración) publica en el sitio Megatendencias.com http://www.tendencias21.net/Borges-anticipo-muchos-conceptos-cientificos-del-siglo-XX_a295.html un artículo en el que procura demostrar que algunas de las ideas que Jorge Luis Borges dejó caer en sus relatos (así como de paso, como quien no quiere la cosa) relacionadas con la conceptualización del Universo como una ilusión, con el concepto de múltiples universos, con tiempos que convergen y se bifurcan, son coincidentes con las hipótesis que varias décadas después han elaborado los científicos y que, luego de ser expuestos con tanta “non chalance” por el hijo de doña Leonor, se han convertido ahora en nuevos, aunque todavía discutidos, paradigmas.
Una de estas ideas señaladas por di Marco es el de la “realidad” como una ilusión, un concepto que posteriormente ha sido expuesto entre otros por el físico Douglas R. Hofstadter. Antes de él escribió Borges en “El jardín de los senderos que se bifurcan” : “...Pensé en un laberinto de laberintos, en un sinuoso laberinto creciente que abarcara el pasado y el porvenir y que implicara de algún modo los astros. Absorto en esas ilusorias imágenes, olvidé mi destino de perseguido. Me sentí, por un tiempo indeterminado, percibidor abstracto del mundo”.
La teoría de los Múltiples Universos fue esbozada por primera vez en 1956 en la tesis
doctoral de Hugh Everett en la Universidad de Priceton, ( en la actualidad es impulsada por David Deutsch et al.). Antes de Everett, en el mismo “El jardín de los senderos que se bifurcan” publicado en “Ficciones” de 1941, Borges ya expresaba con su estilo “borgeano” (por Lucrecia “Borgea”, bah es una broma, muy mala lo acepto) estos conceptos: “En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras; en la del casi inextricable Ts´ui Pên, opta –simultáneamente- por todas...” “...Naturalmente, hay varios desenlaces posibles: Fang puede matar al intruso, el intruso puede matar a Fang, ambos pueden salvarse, ambos pueden morir, etcétera. En la obra de Ts´ui Pên, todos los desenlaces ocurren".
Un escritor imaginando otros mundos posibles. Borges escribiendo como un ser humano en reflexiva rebelión, sin dejarse disminuir por la tiranía de lo cotidiano, sin dejar que el peso de lo “aceptable” o lo “debido” aplaste o haga más corta su excursión por la “Terra incognita” de la creación, su propia “Terra Incognita”, es un refrescante ejemplo (en el sentido epifánico que pudiera tener el término ejemplo) de que para los escritores existe “vida” después de sus “compromisos” con las causas políticas y que no todo en el quehacer creativo de un escribidor debe estar sujeto a su “compromiso”; es también un ejemplo de que los escritores pueden “imaginar”, esbozar conceptos especulativos que, con el tiempo quizás dejen de serlo, confirmando más que la clarividencia de quien los propuso, su insanidad. Eso sería el lado “Verniano” del oficio, en contraposición (si cabe tal excluyente dicotomía) con el lado “Sartriano” del fulano “comprometido” con las “causas” del día, del mes o del siglo pasado.

Un punto más: Sostiene Leibniz en su “Teodicea” que Dios, luego de considerar todos los Universos lógicamente posibles, se decidió a crear este, el mejor de los Mundos posibles. Podemos estar viviendo -sostengo yo tranquilizado por la inusual bruma vespertina que desde este Faro se vislumbra como una cama lenta y móvil de algodón de azúcar sobre el mar de más abajo- en alguno de los Universos que Dios sólo imaginó y luego desechó a favor del otro, el mejor de los Universos posibles, pero que en su memoria divina y todopoderosa pervive como un recuerdo infinito y eterno. Ya lo dijo Lennon: La vida es lo que sucede mientras uno está en otra parte.

Publicados en este Blog en relación sobre el Tema:

Los Multiversos de Deutsch y el egocidio:
http://heribertorodriguez.blogspot.com/2006_01_01_heribertorodriguez_archive.html

La Dimensión divina de la realidad:
http://heribertorodriguez.blogspot.com/2005/10/la-dimensin-divina-del-universo.html

24.4.06

El desmedido oficio

Publican en la edición de Abril de la revista "Gatopardo" una extensa carta de 1.961 al entonces recién llegado Fidel Castro; lo que llamó mi atención no es el contenido de la larga misiva –en la que es posible ver un ejemplo de las ilusiones y las esperanzas que entonces padecían los intelectuales del mundo con respecto al nuevo régimen cubano-, ni siquiera es el nombre de quien la escribió, sino más bien es el oficio confeso de su autor lo que provocó mi inquietud. ¿Por qué, me pregunto, se le da tanta relevancia a las opiniones y a las preocupaciones de un miembro de esta clase, que no es un político, ni un diplomático, ni un académico, ni un militar, ni siquiera un actor de telenovelas o un cantante de moda? ¿Por qué no se le da la misma relevancia a las opiniones de los practicantes de otros oficios, tantos como hay? ¿Por qué no se publican ahora las cartas que en aquel momento se enviaron con las opiniones de algún dentista o de un ingeniero de caminos, de algún especialista de postín en gerencia, o de alguna enfermera querendona o de un cocinero famoso? Ninguna de las opiniones de un miembro de estas profesiones es la que cuarenta y cinco años después se rescata en múltiples folios a “full-collor”, en papel couché brillante. La que se rescata es la carta de un... escritor. ¿Por qué -insisto sin temor al termino “retóricas” con el que se pudiera calificar a mis preguntas- se le da tanta importancia a las opiniones de un miembro de esta profesión?
¿Será acaso que el resto de la sociedad le otorga un alto grado de confiabilidad a los practicantes de este oficio al considerarlos poseedores de una mayor cantidad de sensatez, de sentido común, de sabiduría o clarividencia que los demás mortales? La vida de muchos de ellos no nos lleva a pensar con facilidad que sus practicantes son particularmente sensatos o sabios; muchos de ellos mismos ni siquiera contribuyen en gran medida a desmentir el estereotipo que se ha conformado de borrachos, drogadictos, inadaptados -y hasta cosas peores o más aburridas. Aun así, es un hecho que la sociedad considera con mucho cuidado sus opiniones, incluso sobre temas ajenos a su campo de acción como en este caso, y les da un estatus mayor a sus puntos de vista que a las consideraciones del resto de los mortales que a diferencia de Norman Mailer (autor de la carta publicada) no son escritores, y tampoco han apuñalado con saña a su mujer como lo hizo el escritor nuevayorquino (ven lo que les digo que no hacen mucho por desmentir los odiosos estereotipos). ¿Es merecida la estima y la importancia que a las opiniones de estos seres humanos otorgan algunas sociedades? De acuerdo, termino aceptándolo, las anteriores tienen más aspecto de preguntas retóricas que de cualquier otra cosa, (incluyendo la expresión”discusiones bizantinas”).
Los escritores, -algunos de ellos, en todo caso- conviven con el valor adicional, que merecidamente o no, otorgan algunas sociedades a su oficio, y pueden ver como sus opiniones se convierten en objeto de desmedido interés y hasta de culto. Para algunos, esto es parte fundamental de su quehacer. Para otros, con escribir una historia decentita basta.